Las mejores películas para emprendedores son como esas cachetadas que te despiertan después de decir
“quiero montar mi propio negocio”.
Hollywood, en su infinita crueldad, ya lo retrató:
sueños rotos,
traiciones,
gente que vende hasta a su abuela por un contrato y alguien que logra algo sin acabar en la cárcel.
👉 Si pensabas que emprender era “ser tu propio jefe” y trabajar desde la playa con un mojito,
prepárate.
Estas cintas te van a dejar claro que el mojito llega… después de comerte años de mierda.
Índice del artículo
1. Joy (Joy)
Una señora inventa un trapeador y todos se burlan…
hasta que empieza a vender más que tus gurús favoritos de Instagram.
Joy demuestra que la terquedad paga, aunque te llamen loca, histérica o ama de casa sin futuro.
Moral de la historia:
tu idea ridícula puede ser oro, pero si no la defiendes como un perro rabioso, muere.
2. El Fundador (The Founder)
Ray Kroc no inventó nada, solo robó la idea de dos hermanos ingenuos y la convirtió en McDonald’s.
Sí,
esa cadena que hoy te vende diabetes con sonrisa.
La película es incómoda porque muestra la verdad que nadie te dice en charlas TED:
el éxito no siempre llega siendo “buena persona”,
muchas veces llega siendo el más despiadado.
¿Te inspira? ¿O te da asco?
Bienvenido al capitalismo.
3. La red social (The Social Network)
Mark Zuckerberg era un nerd amargado, obsesionado con ser aceptado, y terminó construyendo Facebook mientras perdía a todos sus amigos.
Si esperabas un héroe, olvídalo.
Aquí verás que levantar una empresa puede ser igual de sucio que un divorcio con abogados caros.
Una película de emprendedor que deja claro: o haces historia, o te hacen un juicio millonario.
4. Moneyball: Rompiendo las reglas (Moneyball)
Un tipo decide que el béisbol no se gana con músculos ni supersticiones, sino con matemáticas.
Resultado:
todos lo tratan de loco…
hasta que les gana.
Moneyball es básicamente el tutorial de “cómo ser un freak de los datos y callar bocas”.
Para emprendedores es oro puro:
demuestra que si piensas diferente, primero te van a ridiculizar, luego te van a copiar.
Y sí, duele, pero así funciona.
5. El lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street)
Jordan Belfort pasó de ser un don nadie a snifar c0c*ína en billetes de cien.
Esta no es inspiración, es una advertencia:
emprender sin ética te puede hacer rico… y también mandarte directo a prisión.
La película es una orgía de excesos que deja claro que el dinero no compra la felicidad, pero sí un yate lleno de… bueno… lleno de eso.
¿Es el ejemplo a seguir?
Solo si tu plan de negocios incluye esposas de la FBI.
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6. En busca de la felicidad (The Pursuit of Happyness)
Chris Gardner pasó de dormir en baños públicos con su hijo a convertirse en corredor de bolsa.
Sí, aquí lloras.
Sí, es emotiva.
Pero ojo:
también es un recordatorio de que el camino al éxito no tiene nada de glamour, solo lágrimas, hambre y puertas cerradas en la cara.
Es la peli que te dice:
“deja de quejarte, que hay gente empezando desde la nada y aun así llega”.
Una de esas películas para emprendedoras que duele… pero en el buen sentido.
7. Flamin’ Hot: El sabor que cambió la historia (Flamin’ Hot)
Un conserje latino inventa los Cheetos Flamin’ Hot y revoluciona toda la industria de snacks.
¿Moraleja?
No necesitas un título fancy ni un despacho con vista al skyline para crear algo brutal.
Lo que necesitas es creatividad y el coraje para levantar la voz cuando nadie cree en ti.
Flamin’ Hot es la prueba de que hasta una bolsa de papitas puede cambiar la historia… mientras tú sigues pensando en esa app que nunca lanzas.
8. Air: La historia detrás del logo (Air)
Un grupo de locos decide apostar todo por un jugador novato:
Michael Jordan.
El resultado es la alianza más millonaria del deporte y el nacimiento de un imperio de zapatillas.
La peli enseña que, a veces, jugarse todo en una sola carta es lo más arriesgado y lo más rentable.
¿Quieres un MBA gratis?
Mira Air. Ahí aprenderás más de branding que en cualquier universidad.
9. Tetris (Tetris)
No es solo un jueguito de encajar bloques;
es la historia de cómo un ruso con cero contactos terminó envuelto en una guerra fría empresarial para llevar su creación al mundo.
Tetris muestra que tener una buena idea es apenas la mitad:
la otra mitad es sobrevivir a tiburones legales, políticos y corporativos.
Y sí,
al final gana… pero no sin perder media vida en el intento.
🎬 Estas son las películas para emprendedores que no te endulzan la historia, sino que te muestran la cara real:
sangre,
sudor,
lágrimas
y gloria.
Si después de verlas aún quieres emprender, felicidades: estás lo suficientemente loco como para hacerlo.
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