Inteligencia emocional

La inteligencia emocional es la habilidad para percibir, controlar y evaluar emociones en nosotros mismos y usar esta información para gestionar adecuadamente las diferentes situaciones de la vida. Aclaro, situaciones en donde se ven implicados los sentimientos y las emociones.

¿Qué es la inteligencia emocional?

En primer lugar, la inteligencia emocional implica tener la capacidad de descubrir nuestras emociones. En segundo lugar, reconocer dichas emociones, manejarlas, motivarnos y finalmente gestionar las relaciones personales.

Es uno de los aspectos fundamentales para obtener éxito en el trabajo, en las relaciones familiares, entre amistades y las relaciones amorosas porque gracias a la implementación de ella, tenemos la capacidad de mejorar todas las relaciones interpersonales obteniendo el mejor provecho y sin dejarse afectar por lo negativo.

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Destacan 3 áreas principales de la inteligencia emocional:

Percepción: Capacidad para reconocer las diferentes emociones de nosotros y los demás.

Comprensión: Capacidad para identificar las causas y consecuencias de las emociones que hemos percibido.

Regulación: Capacidad para manejar efectivamente lo que sientes y sienten los demás.

Como es apenas obvio, cuando aprendemos a percibir, comprender y regular nuestras emociones y la de los demás, podemos potenciar nuestro desarrollo personal, laboral, profesional y académico, pero sobre todo mejoran a pasos agigantados nuestras relaciones con las demás personas de nuestro entorno.

Cómo potenciar tu inteligencia emocional

Inteligencia emocional: Todo lo que hay que saber - arte con huesos
Inteligencia emocional: Todo lo que hay que saber – arte con huesos

1. Identificar y conocer las emociones.

Las emociones están condicionadas por como nos sentimos, pensamos, socializamos y afrontamos situaciones en la vida diaria. Para desarrollar la inteligencia emocional necesitamos reconocer nuestros propios sentimientos para después manejarlos adecuadamente.

Es muy importante que no nos dejemos llevar por las emociones cuando enfrentamos situaciones particulares (pueden ser situaciones de mucho dolor o mucha euforia), la inteligencia emocional radica en pensar siempre con cabeza fría.

2. Prestar atención a nuestros comportamientos.

Como lo mencioné anteriormente, nosotros no nos debemos dejar llevar por las emociones porque dichas emociones nos hacen comportar de formas inadecuadas.

Es importante evaluar de qué forma nuestras vidas pueden verse afectadas si nos dejamos llevar por los sentimientos y/o emociones de situaciones particulares y como afecta nuestro desempeño y nuestra productividad.

3. Asumir la responsabilidad de nuestros comportamientos y emociones.

La inteligencia emocional implica aceptar que nuestras emociones y comportamientos dependen única y exclusivamente de nosotros. Si nos sentimos lastimados por algo que alguien dijo o hizo, solemos castigarnos llenándonos de pensamientos negativos y de odio. Es importante asumir y aceptar la responsabilidad de dichos sentimientos porque la otra persona no nos obligó a sentirnos así.

Es aquí donde empezamos a manejar nuestras emociones, eliminando experiencias y sentimientos negativos en nuestro cerebro. Debemos embarcarnos en la dirección del positivismo porque es el único camino para mantenernos estables, motivados y con energía para afrontar los retos del día a día.

4. Convertirnos en personas más proactivas que reactivas.

En muchas situaciones difíciles o de estrés en la cotidianidad de nuestras vidas, todos tendemos a reaccionar de manera inconsciente y sin pensar (reactivamente). Esto implica que nos dejamos llevar por nuestras emociones, por lo cual no pensamos en las posibles consecuencias de nuestras acciones.

Ser proactivo implica tomar responsabilidad total de nuestros actos conociendo todas las posibles consecuencias de ellos.

5. Convertirnos en personas con pensamientos positivos.

Creando pensamientos positivos nos blindamos de las adversidades de los pensamientos negativos; tanto los pensamientos positivos como los negativos necesitan de nuestra energía por igual, así que ¿en qué prefieres gastar tu energía?

La clave en la inteligencia emocional, es cómo manejamos nuestras emociones para que las situaciones difíciles no nos destruyan.

Recuerda, la inteligencia emocional es una habilidad que requiere de práctica, tiempo y dedicación, pero una vez que logremos empezar a controlar nuestras emociones y ser personas proactivas, notaremos el cambio positivo en nuestra vida personal y en las relaciones con los demás.

Algunas conclusiones

La inteligencia emocional implica desarrollar o mejorar nuestras relaciones interpersonales. No tanto profesional, laboral o académica ya que estas últimas se basa en los resultados y no con la actitud en que se hacen las cosas.

La finalidad de la inteligencia emocional es vivir mejor, más felices y más positivos, pero no mejora nuestro trabajo en sí porque a nadie le interesa que seas feliz, a todos lo único que le interesa son los resultados.

Si eres odontólogo a nadie le va a interesar que hagas tu trabajo feliz o no, lo que a las personas les interesa es que sea profesional. Por lo tanto, la inteligencia emocional la debemos implementar en nuestras vidas para buscar ese crecimiento y desarrollo personal del que tanto hemos hablado, es algo interior, es hacer crecer nuestro conocimiento del mundo y cómo afrontarlo; es el camino de la felicidad.

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