Estos 10 hábitos para ser fuerte emocionalmente que te presento a continuación, no se aprenden leyendo frases cursis en Instagram ni escuchando canciones tristes a las tres de la mañana.
Se aprenden sudando, cagándola y volviendo a levantarse
La fortaleza emocional es un músculo, y si no lo entrenas, terminas siendo ese que se desarma porque alguien le dejó el “visto” en WhatsApp.
¿Listo? Porque lo que viene son hábitasos que van a blindarte de tantas tonterías de este mundo.
Hábito 1: Decir “no” sin sentir culpa
Deja de ser el Uber gratis de todo el mundo.
Decir “no” no te hace mala persona, te hace alguien que se respeta.
¿Quieres un tip?
La próxima vez que quieras inventar excusas, cámbialas por un simple “no puedo”. Punto. Quien se enoje, ya te confirmó que nunca mereció un “sí”.
Hábito 2: Cortar de raíz a la gente tóxica (sí, incluso familia)
Si alguien siempre llega con drama, críticas o energía de dementor, no es tu obligación aguantarlo porque “la sangre llama”.
La sangre también transmite virus y no por eso la dejas correr.
Ser fuerte es cortar ese cordón umbilical emocional y respirar paz aunque te digan frío.
Hábito 3: Convertir los fracasos en combustible
Te despidieron, te dejaron, fracasó tu idea millonaria jajaja…
Bienvenido al club.
La diferencia entre hundirte y crecer está en no usar el fracaso como cobija, sino como gasolina.
El que se hace fuerte no dice “soy un perdedor”, dice “ok, no funcionó, pero ahora voy con más mala leche que antes”.
Hábito 4: Hablarte bien a ti mismo
Si tu diálogo interno fuera un amigo, ¿lo bloquearías? Exacto.
Si quieres ser una persona fuerte emocionalmente, cambia el “soy un desastre” por un “estoy aprendiendo”.
Suena cursi (Muy cursi ahora que lo pienso bien), pero créeme: insultarte todos los días no te hace humilde, te hace tu peor bully.
Hábito 5: Controlar lo que sientes
Reventar por todo es tan inmaduro como pelear por comentarios en Facebook.
El otro día una señora en un video de un atraco comento “Y donde estaban los hombres” era un video de un robo a mano armada ¿Pueden creerlo? Entonces el hombre por el simple hecho de ser hombre tiene que arriesgarse a que le disparen solo porque a una desconocida le robaron un bolso. Duré dos horas discutiendo con esa vieja miserable.
El hábito es simple: respira, calla y suelta después.
Ese microsegundo entre lo que sientes y lo que haces es donde se cocina la fortaleza.
Porque nadie respeta al que explota, pero todos respetan al que domina el fuego sin quemar la casa.
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Hábito 6: Dejar de compararte con los filtros de Instagram
Spoiler: nadie es tan feliz, tan rico ni tan guapo como parece en redes.
La comparación es el gimnasio de la inseguridad, y ahí todos perdemos.
Si quieres ser fuerte mentalmente y emocionalmente, apaga el scroll infinito y recuerda: nadie sube fotos llorando en el baño.
Hábito 7: Tomar decisiones incómodas
Postergar es sexy hasta que la realidad te alcanza con intereses.
La gente débil huye; la fuerte se sienta, decide y actúa, aunque le tiemblen las piernas.
Terminar esa relación, dejar ese trabajo, mover tu vida: sí, incomoda, pero quedarse igual mata más lento.
Hábito 8: Priorizar el descanso
El drama se multiplica por diez cuando no duermes.
¿Quieres cómo ser fuerte emocionalmente y no llorar por cualquier tontería?
Empieza por apagar Netflix a tiempo.
El sueño es la vitamina silenciosa de tu cordura, y no, el café no reemplaza ocho horas de descanso.
Hábito 9: Mantener rutinas que te sostengan incluso en días de mierda
La gente cree que la disciplina es cárcel, pero es todo lo contrario: es el chaleco antibalas de la mente.
Tus rutinas son lo que te mantiene en pie cuando todo se derrumba.
Comer decente, moverte, escribir, lo que sea… lo haces porque es lo que te salva cuando ni quieres levantarte.
Hábito 10: Ser brutalmente honesto contigo
Engañarte es la forma más elegante de autosabotaje.
Ser fuerte significa mirarte de frente y admitir tus cagadas.
Si quieres aprender cómo ser fuerte emocionalmente, empieza por dejar de justificarte y acepta lo que hay.
La verdad incómoda, pero también libera.
Ya para terminar, ten muy presente que estos 10 hábitos para ser fuerte emocionalmente no son magia, son entrenamiento.
Y como todo entrenamiento, duele.
Pero si lo haces bien, un día despiertas y descubres que ya no lloras por babosadas, que no corres detrás de quien no te valora y que tu vida pesa menos porque aprendiste a cargarla con fuerza real.
Muchas gracias a las dos o tres personas que me leen <3.
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